viernes, 19 de marzo de 2010

Notiecológicas

Paisajes agrarios y biodiversidad


No hace muchas décadas, es decir con anterioridad a la revolución “¿verde?” de la década de 1960, los paisajes agrarios europeos y latinoamericanos atesoraban mucha mayor biodiversidad y belleza que hoy en día. Pero emergió la agroindustria, con sus agroquímicos y maquinaria pesada, comenzando la pesadilla. En las últimas décadas, el descenso de la biodiversidad ha sido alarmante, tanto como la degradación del medio ambiente.

La eliminación de setos y árboles, la sustitución de pastos y prados naturales por otros artificiales, así como el abuso de plaguicidas y abonos han causado un efecto devastador, sobre el paisaje (contaminación, y susceptibilidad a las pagas), la salud humana y la propia estabilidad de los agroecosistemas agrarios. Hoy, se reconoce el fracaso de aquellas iniciativas gubernamentales, volviéndose a financiar lo que en su día se degradó en nombre del progreso, la ciencia y la tecnología. Una manera más de malgastar los fondos públicos, en pro de la degradación de los paisajes y en beneficio del falso productivismo que proclaman las multinacionales.

Empero, mientras por un lado deshacemos el camino recorrido, por el otro seguimos maltratando tales paisajes introduciendo transgénicos, etc.

Ningún ecólogo duda ya de la importancia, en su conjunto, de la biodiversidad de los paisajes agrarios en aras de mantener su sustentabilidad. Se proclame o no en voz alta, el conocimiento campesino le ha dado una soberana lección a la tecnología agroindustrial. Setos de matorral y arbolado son dos elementos esenciales en la dinámica del paisaje y no meros adornos decorativos o nos querían hacer creer. Su valor es múltiple, se mire por donde se mire. Tanto es así, que exponer un listado de todos los beneficios que proporcionan tanto a la biosfera, como al propio ser humano, requeriría un ensayo científico, más que un mero post. Sin embargo, enumeremos algunos, a modo de ejemplo:

1. Incrementar la biodiversidad aérea y del suelo, incluyendo la de organismos polinizadores y antagonistas de las plagas que afectan a cultivos y pasturas. La presencia de micro-hábitats que proporcionan setos y árboles resulta pues esencial.

2. Mayores contenidos de materia orgánica y biomasa radicular que mejoran las propiedades hidrológicas de los suelos y retroalimentan positivamente su biodiversidad.

3. Barreras contra la erosión eólica en llanuras, e hídrica en laderas pendientes.

4. Ampliación del periodo fenológico de pastos praderas, de al modo que se expande el tiempo en el que el ganado puede alimentarse in situ.

5. Efecto amortiguador y tampón sobre las fluctuaciones del clima (heladas, exceso insolación) que dañan la vegetación, generando adicionalmente hábitats que proporcionan cobijo al ganado en momentos críticos (fuertes insolaciones estivales, vientos y fríos intensos, etc.).

6. Potenciación del efecto descontaminante de los suelos en lo que concierne a agroquímicos (plaguicidas, abuso de abonos minerales, antibióticos depositados por las heces del ganado ).

7. Por la razón anterior, también mejoran la calidad de las aguas, superficiales y subterráneas.

8. No olvidemos tampoco que, los vegetales y el ganado así producidos, son más saludables y sanos que los proporcionados por la agricultura industrial, y como corolario más saludables para las incesas humana y animal.

9. Hábitats fundamentales para las aves migratorias y otras formas de vida salvaje.

10. Valores estéticos de gran valor emocional para los campesinos y urbanitas.


Así pues, no nos dejemos engañar una vez más y apostemos por una revolución agroecológica, en lugar de otra biotecnológica (es decir la agro-industria), que es la que propicia el capital y cuyas consecuencias estamos padeciendo.

Por: Juan José Ibañez
Más sobre agricultura natural en: * http://www.youtube.com/watch?v=v2aKo6la7J4 Masanubo Fukuoka
* http://www.youtube.com/watch?v=ZYLaqGqAR_M&feature=related Granja agrecológica Valle del Cauca Colombia.

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