jueves, 18 de agosto de 2011


El cambio climático y los compromisos de una ciudadanía global


Parecería que es una quimera, un sueño inalcanzable, la posibilidad de que todos los países se pongan de acuerdo para reducir el calentamiento global, así lo demuestran las negociaciones a paso lento de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas. Frente a este hecho frustrante, una nueva actitud y acción de nosotros, los ciudadanos globales, es crucial.
Las obligaciones básicas de la ciudadanía global


Tres aspectos deberían ser lo mínimo que debería conocer en esta materia un ciudadano que vive en la globalización: primero, qué es y cuáles consecuencias provienen del cambio climático; segundo, cuáles son los posibles compromisos que se pueden alcanzar en los acuerdos internacionales, y, tercero, mantener una posición sobre las alternativas de adaptación del mundo a través de cambios en los patrones de consumo y el uso de la tecnología.

¿Qué es el cambio climático?

El cambio climático es un hecho científicamente comprobado e inequívoco, que se ha profundizado en los últimos 100 años. Se trata de una modificación sin pausa de la condiciones climáticas de nuestro planeta, que fundamentalmente se expresa en el incremento de la temperatura media, la cual podría pasar desde 0,74 grados centígrados a nivel mundial a entre 2 y 3 grados centígrados hasta el 2050, con lo cual al menos el 20% de las especies del planeta estarían bajo riesgo de extinción.

Siempre ha existido cambio climático por ser un proceso natural de la vida, sin embargo, lo que nos debe llamar la atención es que, por las condiciones propias de la llamada “vida moderna”, este cambio lo estamos llevando irracionalmente al límite. No se trata de un fenómeno pasajero y superficial, estamos en un proceso que pone en riesgo a la vida misma en todo el planeta.

Donde el ritmo actual de emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de la quema de combustibles fósiles, proyecta para el 2100, una temperatura media de la Tierra entre 1,8 y 4 grados centígrados, que de superar los 2 grados, las consecuencias serán incontrolables. En los últimos cien años, la temperatura ha aumentado en una media de 0,74 grados y el nivel de los océanos ha subido entre 10 y 20 centímetros por el derretimiento del hielo en Groenlandia y el Ártico y la dilatación térmica del agua por efecto del calor. Los científicos más optimistas, calculan que el mar subirá entre 18 y 59 centímetros más, para el año 2100.

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