jueves, 26 de agosto de 2010

PADRE NUESTRO DE LA NATURALEZA

 A propósito del amor por la naturaleza retomamos la más sencilla oración de un compañero docente

Padre nuestro que estás en el bosque,

en el mar, el desierto y la ciudad.

Santificada sea tu creación,

pletórica de desarrollo

fuerza y vida.


Venga a nosotros tu sabiduría,

para proteger y desarrollar la belleza

que se nos ha dado,

que está en la flor y el arco íris,

en el agua y la fértil madre tierra,

en el cálido aliento del sol

y en la fresca oscuridad del descanso.


Hágase Señor tu voluntad,

para que seamos los hombres

a tu imagen y semejanza

los que asumamos el reto,

de mantener el proceso vital de tu creación.


Danos hoy el verdor de cada día,

en el prado y en el monte,

en el jardín y en la tierra que agoniza.


Perdona nuestra irresponsabilidad,

al no cuidar de la tierra

que nos has dado.


Como nosotros por tu amor,

perdonamos a los contaminadores,

y les instamos con vehemencia

que abandonen su trabajo de destrucción.


Y no nos dejes caer en la desertización,

que a la muerte conduce,

que niega tu obra,

y aniquila la vida.


Y líbranos del conformismo,

para que se transformen nuestras vidas,

en fuerza dinámica,

que reproduce la vida.

Amén
Autor: Noé Morales Rodríguez

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