sábado, 6 de agosto de 2011

Pez gigante ayuda a que crezca la selva Amazónica


 Investigadores descubren que un pez sobre explotado es una especie que dispersa semillas a gran distancia 

 The giant ytambaqui (Colossoma macropomum)  in Manaus Fish Market, Brazil. Photo by: Thorke Østergaard.
El gigante tambaqui (Colossoma macropomum) en el Mercado de Pescados de Manaos, Brasil. Foto Thorke Østergaard. 



Un fruto en el Amazonas inundado deja caer de un árbol al agua. Antes de que pueda siquiera llegar al fondo, un pez monstruoso de 60 libras con un apetito voraz lo engulle. Cerca de una semana más tarde –y a varias millas de distancia – el pez expele sus desechos que incluye la semilla de la fruta que comió tanto tiempo atrás y tan lejos. Una semilla afortunada flota hacia un lugar particularmente propicio y germina. Muchos años más tarde el nuevo árbol de frutas está prosperando, mientras que el mismo pez monstruoso retorna de vez en cuando, a la espera de que otra comida caiga del cielo.


 Este proceso se conoce como dispersión de semillas, y mientras que los investigadores han estudiado la capacidad de dispersión de semillas de muchas especies como aves, murciélagos, monos y roedores, un tipo de animal pasa desapercibido: el pez. Sin embrago, Jill T. Anderson, un estudiante de pos doctorado en la Universidad de Duke, es uno de los pocos investigadores que han comenzado a conectar los puntos entre el pez amazónico que come cantidades asombrosas de fruta, como el pesado tambaqui (Colossoma macropomum), y la diversidad y bienestar de la selva lluviosa amazónica...




Por: Jeremy Hance

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Traducido por Virginia Zúñiga 

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